Te voy a decir algo que, tal vez, no dices en voz alta, pero que te repites en automático por dentro, y que realmente cala mucho: “Estoy cansada de vivir en guerra con mi cuerpo”. “Cómo desearía que, por lo menos, tuviera unos momentos de paz y tranquilidad”.
Si esto te ocurre, créeme que te entiendo, porque probablemente, este disgusto con tu cuerpo tenga que ver con el número de la báscula. Porque aunque ahora puedas no estar pesándote o que estés peleada con hacerlo, aún queda ese recuerdo y esa imagen de estar “con el corazón en la boca” cada vez que te pesabas … Como si un simple número pueda definir tu amor, tu ropa, tu hambre y hasta tu valor. Entonces, te quedas atrapada, y no por la comida, sino por lo que piensas que dice de ti ese número.
En esta entrega hablaremos de ese duelo de dejar de obsesionarte con el peso, pero no desde la teoría; sino desde lo que se siente cuando intentas soltar, pero el miedo no te deja.
Además, te mostraré un nuevo camino para transitar este duelo, que ya ha cambiado de manera drástica la forma en que muchas mujeres se relacionan con su cuerpo.
Atracones de comida y la obsesión con el peso
Cuando el número te define… Sabes cómo es.
Te subes a la balanza, respiras hondo, como si cuando metieras el estómago, esto te quitara kilos de encima. Cierras los ojos, te subes y ves el número.
Si bajó, respiro de total alivio. Te sientes en control, aunque puede ser que no te guste el número. Si bien puede ser que quieras seguir bajando de peso, al menos tienes esa sensación de: “Mira, estoy haciendo las cosas relativamente bien”.
Y si el número en la balanza subió … Se te viene el mundo encima. Todo el esfuerzo, las comidas, el ejercicio … ¿Para qué?. Y vienen bronca, el odio y este pensamiento automático de: “Estoy fallando porque todo el mundo puede … algo estoy haciendo mal, y no puedo continuar así”.
Pero … ¿Qué pasa si te digo que ese número en la balanza no es una verdad absoluta?.
No puedes seguir viendo a tu cuerpo como a una cuenta matemática.
¿Y si te dijera que, aunque hagas “todo perfecto”, aun así, no necesariamente puedes pesar lo que quieres?.
Dejar ir la obsesión con el peso
Esa es la verdad, aunque duela y enoje. Y esto ocurre porque es algo que nos han enseñado que no es posible, que si haces las cosas “bien”, vas a tener los resultados que quieres. Sin embargo, no siempre es así, y no depende de ti. Depende de tu genética.
Dicho esto, te pregunto: “¿Y si el error no está en ti, sino en lo que te enseñaron a perseguir?.
Ese es el ciclo que nadie ve. La obsesión con el peso alimenta el ciclo de atracones de comida literalmente, ya que cuando te enfocas solo en bajar de peso, vives restringiéndote, forzándote, contando calorías, comparándote y, tarde o temprano, explotas. Comes más, pierdes el control, te prometes “volver a portarte bien” al día siguiente, y el ciclo se repite una y otra vez.
Lo que nadie te dice, es que la promesa que te haces después del atracón de comida, no es un acto de autocuidado, sino una forma de castigo; y esto no es lo que tu cuerpo necesita.
Cómo comenzar a afrontar el duelo por dejar ir la obsesión con el peso
Para afrontar el duelo por dejar ir la obsesión con el peso no necesariamente tienes que tirar la balanza a la basura.
Para que puedas comenzar a afrontarlo, contarte cómo trabajamos en mi programa de acompañamiento “Aprende a vivir sin atracones”. Este proceso no va sobre ignorar el peso, sino de resignificarlo, de dejar de usarlo como látigo y empezar a mirarlo como una herramienta. Para ello usamos algo que se llama pesaje colaborativo.
Mira el VIDEO haciendo CLICK abajo.
Conclusiones
Este proceso no implica que el peso deje de importarte, sino de que no lo pongas encima de tu paz, de tu tranquilidad ni de tu bienestar.
Soltar la obsesión con el peso es un duelo. Vas a extrañar la falsa seguridad que te da esta obsesión y vas a sentir que pierdes el control. Sin embargo, lo que ocurrirá en realidad es que comenzarás a recuperarte cuando sueltas el ideal. Ahí es que empieza la vida real.
Recuerda que no estás sola. Si estás lista para empezar a entender tu cuerpo sin castigo, puedo ayudarte.
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Espero que esta información te haya sido útil. Te pido por favor que la compartas con aquellas mujeres que conozcas y sepas que les puede ayudar.
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Nos vemos pronto,
Francela