En los últimos años, muchos comenzaron a hablar del ayuno intermitente; tanto médicos funcionales, como influencers de bienestar y biohackers.
Y el mensaje se repite una y otra vez: el ayuno intermitente ayuda a limpiar el cuerpo, activa la autofagia y rejuvenece desde adentro.
¿Suena atractivo, no? Promete control, disciplina, salud y longevidad. Sin embargo…
¿Qué pasa cuando ese mensaje llega a alguien que ha pasado años luchando con la comida? A una mujer que ha vivido entre el atracón, la culpa y la restricción.
En este artículo quiero hablarte acerca de cómo una práctica que se vende como saludable, puede ser profundamente dañina para quienes tienen una historia de desregulación con la comida.
Comenzamos.
El ayuno intermitente ¿De dónde viene esta moda?
El ayuno intermitente no es nuevo. Desde hace miles de años, las religiones lo usan como símbolo de purificación y reflexión, no como herramienta para bajar de peso.
En el siglo XX, la ciencia comenzó a estudiarlo desde la longevidad y el metabolismo. Algunos experimentos en animales mostraron que reducir calorías podía extender la vida celular.
Más adelante, el investigador japonés Yoshinori Ohsumi, ganador del Premio Nobel en 2016, descubrió cómo las células reciclan partes dañadas cuando hay falta de nutrientes. Ese proceso se llama autofagia.
El problema comenzó cuando la industria del bienestar convirtió ese hallazgo en marketing:
“Si ayunás, te limpiás, rejuvenecés, te sanás.”
Así, una investigación sobre biología celular terminó disfrazando una práctica de restricción bajo el nombre de salud.
¿Qué es y en qué consiste el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente no es una dieta, sino un patrón horario donde se reduce la cantidad de horas en las que se come.
Algunos estudios muestran ligeras mejoras metabólicas en personas sin antecedentes de trastornos alimentarios, pero los beneficios son modestos y temporales.
Desaparecen en cuanto se deja la práctica.
El verdadero problema aparece cuando se presenta como una solución universal.
No se tiene en cuenta el contexto emocional, psicológico o la historia de cada persona.
Y ahí es donde puede convertirse en un riesgo real.
Ayuno intermitente ¿Por qué es contraproducente para personas con atracones o bulimia?
Si alguna vez has tenido episodios de atracones o descontrol con la comida, tu cuerpo conoce el ciclo: privación, urgencia, culpa y control.
Aunque el ayuno intermitente pueda hacerse “por salud”, el cerebro lo percibe como una amenaza.
En ese estado pasan varias cosas:
- Aumenta la grelina, la hormona del hambre,
- Disminuye la leptina, la hormona de la saciedad,
- Se eleva el cortisol, la hormona del estrés,
- Y el sistema de recompensa se hiperactiva.
La comida se vuelve más deseable y urgente.
La mente se llena de pensamientos sobre comida y la supuesta disciplina se transforma en una bomba de tiempo.
Investigaciones de Fairburn, Werner y Goldsmith, junto con revisiones de Treasure y Harris (2018, 2021), confirman que los atracones son más probables después de un periodo de restricción, no después de comer en exceso.
Por eso, cuando una persona con antecedentes de atracones intenta ayunar, sin saberlo reproduce el mismo patrón que la enfermó: privación, obsesión y descontrol.
El ayuno intermitente y los atracones: El espejismo del control
En el VIDEO que está debajo, te cuento con detalle, por qué «engancha» como posible solución, a las personas que sufren de atracones, y por qué esto termina siendo una trampa.
Haz click debajo para ver el VIDEO.
Conclusiones
Si creés que el ayuno te da control, recordá esto: tu cuerpo no necesita más control, necesita confianza.
No necesita que lo vacíes, necesita que lo alimentes con calma, seguridad y compasión.
El ayuno intermitente promete orden, pero entrega más hambre, más culpa y más desconexión.
La libertad comienza el día que dejás de pelearte con la comida y empezás a escuchar lo que tu cuerpo necesitó desde siempre: presencia, estructura y respeto.
Si estás decidida a comenzar a vivir sin atracones, puedo ayudarte.
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Espero que esta información te haya sido útil. Te pido por favor que la compartas con aquellas mujeres que conozcas y sepas que les puede ayudar.
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Nos vemos pronto,
France

